Creemos que nuestra labor debe ser la de formar a un tipo de persona que reúna en sí, aquellos valores que enaltezcan su comunión con una excelencia académica que le permita llegar a ser un arquetipo de persona que practica la justicia, la solidaridad y la fraternidad; amante del saber, de la verdad, libre de prejuicios, ligado íntimamente a la dignidad humana; en fin que viva y acreciente valores permanentes; que participe consciente y activamente en la construcción de una sociedad libre, solidaria, justa y democrática.
Así el alumno/a devenido en persona, debe singularizarse por:
En síntesis, nos proponemos formar personalidades vigorosas y auténticas, templadas en el rigor intelectual, cultural y con la incorporación de una vida saludable; solidarias, responsables, austeras; con una visión espiritual muy real de la vida nacional, con sus alegrías y adversidades, con deberes y derechos, con una alta formación moral, con un gran amor a la patria, y la convicción optimista y entusiasta de que el porvenir les pertenece y que deben prepararse para construirlo.